El pan Ezequiel o pan esenio, es un pan muy saludable elaborado con legumbres y cereales germinados. Tiene un ligero sabor a nuez y una textura húmeda y esponjosa.

El consumo de este pan tradicional se remonta 2.000 años atrás, cuando los panes eran cocidos al sol en piedras grandes.

Su receta aparece en el verso bíblico de Ezequiel 04:09, donde el profeta hebreo explica la forma de hacer un pan utilizando trigo, cebada, frijoles, lentejas, mijo y espelta.

Se cree que esta receta fue pensada para ayudar al pueblo a sobrevivir a la hambruna ya que la combinación de estos granos y legumbres germinadas aportan un denso contenido nutricional, con un gran aporte de proteínas, carbohidratos de bajo IG, fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.

Es un pan totalmente natural, elaborado sin conservaste, sin azúcares refinados ni grasas trans. Es por ello que en la actualidad, el pan Ezequiel se ha vuelto un alimento muy popular, sobre todo para las personas que cuidan su alimentación.

A veces incluye nueces, almendras, avellanas, semillas, pasas, dátiles y otros ingredientes que pueden hacer el pan más húmedo y esponjoso. Es perfecto para bocadillos y tostadas y una alternativa más adecuada para cualquier otro tipo de pan.

Características más destacadas

 Llos esenios, fueron  una de las fuerzas importantes de la vida religiosa en la Palestina del tiempo de Jesús. Josefo habla de seis mil fariseos y cuatro mil esenios. Nos dan noticias sobre ellos Filón, Josefo, Plinio el Viejo y Dión Crisóstomo. Pero solamente después del año 1947, tras los descubrimientos de los manuscritos de Kirbet Qumrán, en las orillas del Mar Muerto, tras las excavaciones de las ruinas de la colonia esenia allí asentada tenemos verdaderos puntos de contraste para situarlos e identificarlos. Gracias al extraordinario hallazgo se puede reconstruir con bastante aproximación la historia de la secta, su doctrina, organización, aunque haya de tenerse en cuenta que todos los esenios no vivían en Qumran.

Plinio nos dice que vivían al Oeste del Mar Muerto, en un lugar donde no se siente la pestilencia del mismo Mar (¿un lugar purificado por las aguas del Jordán?) justamente donde se halla Qumran. Plinio habla de las ciudades situadas al sur del «campamento»: En Gueddi (a unos 20 kms al sur de Qumran); Masada (a unos 15 kms más lejos). Parece, pues, que Plinio sitúa justamente donde vivía la secta de Qumran, con lo que se puede afirmar que los sectarios del Mar Muerto eran esenios. En todo caso, según los investigadores, los manuscritos hallados son esenios.

 

Fuentes: blog.hsnstore.comwww.mercaba.org