La economía del bien común no es ni el mejor de los modelos económicos ni el final de una historia, sólo el
paso siguiente después de los extremos, comunismo y capitalismo. Se trata de un proceso participativo, de
desarrollo abierto que busca sinergia en procesos similares como: economía solidaria, economía social,
movimiento de bienes comunes, economía del post-crecimiento, perspectiva cuatro en una o democracia
económica. El 5 de octubre de 2011 fueron presentados los resultados de los balances de bien común de las
primeras 100 empresas pioner@s en una conferencia de prensa internacional. Todas las empresas y organizaciones están
invitadas a participar en la aplicación del balance del bien común.
Debemos tomar decisiones, evitar darle energía de todas las formas posibles a las estructuras de poder, dedicar un tiempo a estar, a sentir... practicar alguna forma de meditación, conectar con la naturaleza, alimentarnos de forma consciente, consumir productos y serviciós de personas y colectivos que están en tu mismo proceso, buscar amig@s conscientes, recuperar el poder personal, comprar local, ecológico, artesanal, o en su caso lo más cercano posible, tener en cuenta el código de barras 84 (producto español), poner en valor las buenas prácticas, mirar la ética que impulsa aquello que apoyamos, no con palabras con hechos...desarrollar la generosidad y facilitar que otr@s la desarrollen, conectar con nuestra creatividad y desarrollarla, apoyar a otr@s para que sean más conscientes del proceso, ir creando grupos de personas conscientes más allá de ideologías concretas...poner en valor la sabiduría personal y colectiva...
Es una iniciativa de personas y para personas, independiente política y religiosamente, que facilita el empoderamiento personal y colectivo mediante la cooperación y los valores humanos en acción, comenzamos en Valencia 2008 y ahora se nos sigue en diferentes lugares de España y Ameríca de Sur, junt@s estamos co-creando nuevas formas de organización y acciones para humanizar pueblos y ciudades.
La forma más eficiente para salir de la crisis es dejar de comprar a multinacionales y grandes cadenas de distribución, ellos generan pobreza colectiva.
Tenemos un gran poder que no utilizamos por comodidad, por falta de consciencia, comprar local, bien y lo suficiente, reducir el consumo y comprar calidad, así creamos flujos económicos conscientes y reales que generan riqueza y dificultan la especulación.
Potenciar los pequeños comercios, artesan@s y productor@s locales, que son la base de la economía real, ell@s son los que crean riqueza y los que la reparten, esta es la mejor solución a los problemas actuales...las zonas que sepan ver esto y lo pongan en práctica generaran redes locales potentes e interconectadas.
La nueva riqueza tiene que ver con los talentos personales y el empoderamiento, con crear condiciones para hacer realidad aquello que sentimos e ir transormando la realidad desde lo más cercano, la fuerza colectiva se crea con la microeconomía consciente y cooperativa.
2011 ha sido un año no tan aciago porque, por primera vez en la historia, “Nosotros, los pueblos…”, como se inicia la Carta de las Naciones Unidas, se han hecho realidad a escala local y global.
El próximo mes de diciembre es el final de un “ciclo Maya” de 400 años, fecha denominada Baktun. Podríamos aprovechar este final para hacer posible un gran comienzo, la inflexión histórica que la humanidad anhela y merece. Después de siglos de poder absoluto masculino y de ciudadanos sumisos, obedientes y atemorizados, es ahora posible la participación no presencial, la libre expresión de opiniones, de criterios, de críticas, de propuestas.
Unir estas dos noticias y su efecto simbólico en un mismo post hace que se refuercen mutuamente, entre la una y la otra solo hay 4 días de diferencia, nos parecen dos acciones de otro guión ya en marcha para aquellos que lo quieran ver...
El proceso de transformación va a una velocidad vertiginosa, es tiempo de posicionarse, de soltar las mascaras y los disfraces, asumir responsabilidades de forma significativa, hay personas que saben intuir el ritmo de los procesos y quieren ir posicionándose, unos de forma consciente otros menos, muchos buscan ponerse a salvo de la debacle inminente del viejo paradigma, es muy valioso que vayan surgiendo nuevos modelos éticos y que sean representativos, que hablen con claridad y renuncien a prebendas , esto hace avanzar de forma incalculable la nueva conciencia que ya va tomando posiciones en aquellas áreas más recalcitrantes del viejo paradigma...
Hay muchas personas que van a sentir la necesidad de devolver a la sociedad parte de aquello que han obtenido de formas poco éticas, verán la realidad de sus acciones y sus errores querrán cambiar sinceramente y tendrán su oportunidad, unos sabrán verla y tomarla otros aún no están capacitados y sufrirán las consecuencias...estas decisiones aceleran el proceso en beneficio de todos, cada uno debe elegir...
Además, mientras seguimos asfaltando y urbanizando la naturaleza, conviene recordar que la economía creada por la especie humana es un subsistema que está dentro de un sistema mayor: el planeta Tierra, cuya superficie física y recursos naturales son limitados y finitos. De hecho, creer que el crecimiento económico va a resolver nuestros problemas existenciales es como pensar que podemos atravesar un muro de hormigón al volante de un coche pisando a fondo el acelerador.
Sin embargo, hoy en día es común escuchar a políticos, economistas y empresarios afirmar que "el sistema capitalista es el menos malo" de todos los que han existido a lo largo de la historia. Y que "afortunadamente" ya empiezan a verse señales de "recuperación económica". Es decir, que la idea general es seguir creciendo y expandiendo la economía tal y como lo hemos venido haciendo. Es decir, sin tener en cuenta los costes humanos y medioambientales. De lo que se trata es de "superar cuanto antes" el bache provocado por la crisis financiera.
Situación y perspectiva:
Se calcula que la economía real representa alrededor de un 8% del PIB mundial el restante 92% es economía especulativa o financiera, este es el origen económico de lo que llaman crisis, la mayoría del dinero se mueve mediante apuntes en cuenta, bolsas, y mercados varios en los que se les da valor a ciertos activos de forma especulativa, como los solares o viviendas en el tema inmobiliario que multiplicaron su precio de forma artificial, o ciertos alimentos con el tema del biodiesel, estos mismos mercados han creado una espiral basada en la competitividad que fomenta egoísmo corporativo y personal.
La alimentación debería ser un derecho fundamental para todos los seres humanos de este planeta y nuestros actuales dirigentes dicen trabajar en esta línea, pero las cifras de la cantidad de personas en el mundo que mueren diariamente de hambre no dejan de subir. Ante esta situación, el mensaje que nos llega de los medios de comunicación es que no se produce suficiente alimento para todos y que hay que invertir en una agricultura más intensiva, para arrancarle más producción a los procesos naturales de creación de alimento, y que esto justifica tecnologías poco sostenibles (incluso peligrosas) como los cultivos hidropónicos, los cultivos transgénicos, los cultivos de regadío en tierras desérticas, etc... pero el sentido común nos dice que el problema es la dependencia de que sean otros los que produzcan nuestros alimentos, cada vez más lejanos por la globalización de los mercados económicos. Ante esta situación actual, tras varias décadas de gran desconexión con la tierra y los ciclos naturales, con los que nuestros antepasados estaban en sintonía para desarrollar “el arte de cultivar” hasta la llegada de la agricultura química o industrial (hace más de 60 años), volvemos a reconocer la capacidad y responsabilidad para producir nuestros alimentos.