Lunes" es casi una mala palabra para mucha gente porque significa volver a trabajar. Pero Csikszentmihalyi ha detectado una paradoja: el trabajo es más propicio que el ocio para alcanzar lo que él llama "estado de flujo" -algo que podría interpretarse como la felicidad-. La clave está en que, para mucha gente, el ocio es un tiempo muerto y el trabajo, todo lo contrario. Tener objetivos claros, poder gestionarlos y recibir un feedback es clave para fluir.
En 1968, Georges Land realizó un estudio con 1600 niños para analizar la capacidad del pensamiento divergente. El 98% por ciento de los niños de 5 años fueron considerados genios creativos, 10 años más tarde sólo el 38% de esos niños seguían siéndolo, y con
15 años apenas el 12% de ellos podía considerarse genio. La conclusión de este estudio es que la creatividad no se aprende, nacemos con ella. ¿Por qué entonces la perdemos con los años en lugar de desarrollarla?
Para responder a esta pregunta debemos tener en cuenta al menos tres factores fundamentales que inciden simultáneamente en la vida de un ser, emprendedor y creativo innato, en cuanto a su sentido de identidad y sus creencias: el desarrollo personal, la educación y el entorno.