Cuando se generan espacios abiertos y se confía ocurren cosas, hubo cena compartida desde la generosidad más de 60 personas, comidas variadas cocinadas con cariño, llegarón regalos variados, vinos de primera cosecha, conversaciones con complicidad, además de alimentar el cuerpo también nos alimentamos mutuamente a otros niveles, los cambios son así sencillos y sentidos...
Recibimos el año meditando, junt@s, con consciencia, que bueno recibir 2012 en silencio, en paz, oímos cohetes, risas, algarabía, nosotros habíamos elegido el silencio compartido y desde ahí fuimos integrando la entrada en el nuevo año, con calor y serenidad...
las sensaciones indescriptibles allí entre otras lecturas , Miguel Angel nos recitó este poema que ahora compartimos ...
RESPUESTA
Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras.
Sin palabras hablarte, lo mismo que se habla a mi gente.
Que tú me entendieras a mí sin palabras
como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte,
Hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú no comprendes.
Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible,
la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte.
Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve.
Yo quisiera que tú la sintieras también inundándote el alma,
yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese.
Criatura también de alegría quisiera que fueras,
criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte.
Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas
y llorar en sus calles oscuras sintiéndose débil,
y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros,
y sentirte hecho de aire y de nube y de hierba muy verde...
Si ahora yo te dijera
que es tu vida esa roca en que rompe la ola,
la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,
aquel hombre que va por el campo nocturno llevando una antorcha,
aquel niño que azota la mar con su mano inocente...
Si yo te dijera estas cosas, amigo,
¿qué fuego pondría en mi boca, qué hierro candente,
qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?
Y ¿cómo saber si me entiendes?
¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?
¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?
¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna,
poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?
Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses
José Hierro, 1947
Así en silencio un grupo más reducido nos acercamos a nuestra montaña sagrada para recibir los primeros rayos de Sol de 2012, que claridad y que paz...
Volvimos a compartir el poema, escuchamos al águila, sentimos la piedra, escuchamos flautas nativas y tambores de nuevos tiempos, compartimos infusiones y viandas, los cuervos acompañaron la estancia hacindose presentes de formas distintas, allí desde lo alto, vivimos otra experiencia única que nos hace sentir más viv@s, más despiert@s...
Ferran
De la cena me quedo con la idea de la generosidad por parte de todos a la hora de aportar alimentos y bebidas para la cena en común. Hubo abundancía y demasia de todo, pero sobre todo de buen humor, buena predisposición,simpatia, amor, mucha complicidad, muy buenos deseos para todos, y mucho compartir alegria y felicidad.