Existen varias cooperativas que comercializan electricidad de fuentes renovables a precio de mercado. Nadie puede garantizarte que los electrones que consumes sean limpios (porque en las redes se mezclan con electrones de otras procedencias), pero sí que los kilovatios verdes que pagas se producen y se suministran (y alguien los disfruta). No es la panacea. Pero es un paso más para incrementar la producción de electricidad renovable y caminar hacia un modelo energético más limpio y democrático. Un modelo energético al servicio del medioambiente y de los ciudadanos.
Por conciencia y por economía. Siempre he defendido y propiciado el aprovechamiento de las energías del entorno. Para disfrutar de una vivienda más sana, más grata y más barata de mantener, adquirí un ático orientado al sureste. Y unos años después invertí los ahorros en una rehabilitación de cierto cariz bioclimático. Aislé la piel de mi casa (paredes, suelo, fachada, techo y cubierta) para interponer una barrera a las inclemencias exteriores, y abrí los espacios al sol y al viento para calentarlos y ventilarlos de forma más natural (y reducir los equipos de climatización al mínimo). Con la intención de generar electricidad a partir del sol, proyecté una nueva galería invernadero que, al mismo tiempo que regulaba la temperatura interior, permitía la ubicación en su cubierta de placas fotovoltaicas.
Al empezar a vivir en un piso de alquiler, postergué el consumo de energía verde para cuando tuviera casa propia (y pudiera instalar placas fotovoltaicas o una minoturbina eólica). Y mi contribución al medio ambiente quedó relegada casi al uso racional del agua y al reciclaje de los residuos.Todo cambió hace un mes. Gracias a Pep Puig (Vic, 1.947). Este doctor en ingeniería industrial por la UPC (además de miembro de la Ong Alternativa Verde y presidente de Eurosolar España, entre otros cargos), amplió mi perspectiva del consumo energético verde más allá del autoconsumo. Me hizo ver que con sólo cambiar de compañía eléctrica podía incrementar, y de forma inmediata, la producción de electricidad verde. Y defender, de paso, otro modelo energético.
En la entrevista que le hizo Jaume Barberà en el programa Singulars, Puig proponía una alternativa energética verde al alcance de todos. Tras realizar un análisis exhaustivo del actual sistema eléctrico español (oligopoly según Jordi Évole), donde explicaba el porqué el recibo de la luz no para de subir (entre 1999 y 2013 ha sufrido un incremento del 74,69%, pasando de tener una de las tarifas más bajas de la UE a la una de las más elevadas, según Eurostat), el déficit de tarifa se engrosa y, paradójicamente, las grandes corporaciones eléctricas (Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Endesa, HC y E.On) incrementan sus beneficios cada año. Puig instaba “a crear un sistema eléctrico totalmente descentralizado y al servicio del ciudadano”. Y “con un acto tan sencillo como dejar de ser clientes de los oligopolios y pasarnos a cooperativas que ya comercializan electricidad verde al 100% en España”.
¿Qué son las cooperativas de electricidad verde?
Básicamente, son empresas que comercializan (y, a veces, producen) kilovatios procedentes exclusivamente de fuentes renovables (como el sol, el viento, el agua, el calor geotérmico, las olas, las mareas o la biomasa). Aunque estas entidades pueden adquirir electricidad en el mercado general (y a los grandes oligopolios energéticos), todas avalan el origen renovable de toda la electricidad que comercializan y producen (con certificados de la Comisión Nacional de la Energía, CNE). Pero hay más. En las cooperativas, los consumidores forman parte de la empresa (son socios). El objetivo no es sólo apostar por una energía limpia y renovable sino promover un modelo energético compartido con los ciudadanos (abierto y participativo). ¿Un nuevo orden mundial de la energía? ¿O una idea antigua que vuelve a emerger?, me pregunté.
¿Se trata de un fenómeno nuevo?
Pese a que hablar de cooperativas eléctricas suene moderno (y en cierto modo lo sea) su historia se remonta a casi una centuria. Las cooperativas energéticas nacieron en Europa en las primeras décadas del siglo XX, asentándose principalmente en Dinamarca, Alemania y Reino Unido, para resolver el suministro de luz en los pueblos apartados de las primeras grandes redes eléctricas. En España, antes de la Guerra Civil, se alumbraron más de 2.000 entidades. De aquellas pioneras resisten unas 20 entidades (15 de ellas en la Comunidad Valenciana): San Francisco de Asís (Crevillente), Algimia de Alfara, Catral, Biar, Callosa de Segura, Castellar, Guadassuar, Alginet, Chera, Sot de Chera, Vinalesa, Meliana, Museros, Almenara y El Serrallo (Castellón). Estas cooperativas -algunas con alto porcentaje de renovables- venden la electricidad entre un 15 y un 30% por debajo que las compañías convencionales. Y cada vez más tienden a invertir en instalaciones renovables o de cogeneración (como las cooperativas de nueva planta). El caso más destacado es la de San Francisco de Asís (que ha derivado en el actual grupo Enercoop).
¿Por qué surgen hoy las cooperativas? Ya no se trata de hacer llegar la luz donde no hay, sino de que esa 'luz' sea limpia y renovable. Y de que las infraestructuras energéticas estén al servicio de la sociedad (en lugar de quedarse en manos de unos pocos). Éstos son los dos grandes retos que fomentan y persiguen las nuevas cooperativas verdes que surgen en los años 90 en diferentes países europeos. Aunque las asociaciones españolas tienen todavía un carácter casi testimonial (han asomado hace apenas tres años), siguen la estela de modelos tan afianzados en el mercado como Ecopower (Bélgica), Enercoop (Francia) o Greenpeace Energy (Alemania). Se trata de iniciativas que atizan el candente debate de la energía, en la misma línea de defensa ambiental que propuestas como Ecooo o Plataforma por un nuevo modelo energético. Los últimos datos revelan que lo verde avanza. Las energías renovables suman ya el 44,3% de la demanda eléctrica del país, y gracias a ellas, las emisiones de CO2 del sector eléctrico han aminorado en enero de 2013 un 58,5% respecto a 2.012. ¿Conseguiremos avanzar hacia donde queremos, y necesitamos, a partir de incentivar el crecimiento de las renovables?
¿Qué cooperativas de energía verde destacan en España?
1.Grupo Enercoop. Alicante. Con sede en Crevillent (Alicante), es la firma matriz de un grupo cooperativo que procede de la Cooperativa Eléctrica Benéfica San Francisco de Asís creada en 1.925 para ofrecer electricidad a las empresas de la región, en especial del sector textil. En la actualidad, Enercoop reúne a varios socios productores, distribuidores y comercializadores de energías renovables y de cogeneración para seguir suministrando electricidad verde a la población alicantina a un precio menor. La tarifa que aplica a sus kilovatios verdes (procedentes tanto de sus minihidráulicas o su huerta fotovoltaica como del mercado mayorista) es entre un 13 y un 15% inferior a las oficiales.
2.Som Energia. Cataluña y España. 972 183 386 (o "Somos energía" en catalán). Es la primera cooperativa de producción y consumo de energía verde en España y el segundo distribuidor nacional de electricidad 100% renovable después de Gesternova (una sociedad anónima que comercializa kilovatios verdes desde 2005 procedentes de los productores de Energías Renovables, Appa). Som Energia se constituyó en 2010, a partir de una convocatoria vía email de Gijsbert Huijink, un holandés afincado en Catalunya (profesor en aquel momento de la Universitat de Girona) y de un centenar de alumnos y exalumnos. Cuenta con sus propias plantas de energía solar fotovoltaica y una central de biogás.
3. GoiEner. Pais Vasco. Aunque se presenta en 2011 en la comarca guipuzcoana del Goierri, esta cooperativa sin ánimo de lucro se registra legalmente a finales de 2012. Al entender las cooperativas como entes locales que impulsan las economías del entorno, GoiEner comercializa energía verde exclusivamente en Euskadi. Eso sí, ayuda a impulsar cooperativas de ámbito local en toda España.
4. Zencer. Andalucía y España. 902 750 736. Acaba de llegar al mercado. Creada en Fuengirola (Málaga), opera en el mercado eléctrico desde enero de 2013. Se trata de la primera cooperativa de consumidores y usuarios de energía eléctrica en Andalucía, pero está acreditada para suministrar energía verde a toda España.
¿Cómo contratar electricidad verde?
Los trámites son sencillos y vía web. Hay que empezar por darse de alta como socio (abonando unos 100 euros, que son reembolsables si te das de baja, y que da derecho a cinco contratos de luz) y después rellenar el contrato de suministro adjuntado el último recibo de la luz. Nada más. Ni cambios en la instalación ni sobrecostes en el precio de la energía. En la mayoría de las cooperativas, el precio del kilovatio verde es el mismo que el regulado por el gobierno (o tarifa de último recurso, TUR). Para cotejar importes, se pueden utilizar algunos comparadores 'on line' (Comparatarifas.es, Eligetuenergia.com o Comparador de la CNE).
Por: Ana Martinez Nebot
Fuente: El Pais semanal
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