Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull de Barcelona, no cree que la inestabilidad y las dudas sobre el crecimiento económica se deban a China o al desplome del petróleo, lo que está ocurriendo es que "nos hallamos en el centro de una crisis sistémica".

Así lo explica el economista catalán en La Carta de la Bolsa: "Pienso que no se entiende o se entiende muy bien pero se está explicando otra cosa, que nos hallamos en el centro de una crisis sistémica: lo que significa que el modelo que estuvimos usando desde los años cincuenta colapsó porque se agotó, lo que empezó a manifestarse en el 2007 e hizo crash en el 2010. Como en el 29, sí, como en el 29", asegura el catedrático.

 

Para este economista las explicaciones que dan algunos analistas no son válidas. La crisis que se avecina en los emergentes y que puede afectar a todo el mundo no viene por el desplome de las materias primas, ni porque China esté ralentizando su crecimiento o cualquier otro tipo de 'shock' económico, para Becerra todo forma parte del mismo problema: "El modelo que hemos estado usando años se ha agotado".

"Y lo que se está diciendo es que China es una cosa, las bolsas otra, Latinoamérica por aquí, los bancos por allá, etc. ¿Por qué? Pues porque hay que evitar pánicos y preguntas, y la gente tiene que votar en paz, y estar tranquila, y ver los deportes por la tele y gritar a los árbitros, pero no a quienes no hacen lo que saben lo que habría que hacer ni a los políticos de palabras huecas", asegura Niño Becerra.

¿Cuál es la solución?

El catedrático catalán cree que habría que "realizar compensaciones y quitas de deuda: el mundo se debe a sí mismo 200 billones de dólares: es absurdo imaginar siquiera que eso pueda pagarse; reconstruir el sistema financiero del planeta; contabilizar los activos de los bancos y compañías de seguros por su valor real; rediseñar el sistema fiscal a nivel planetario y homologarlo, basando la imposición en el gasto según tipo de producto con tipos negativos; instaurar una Renta Básica mundial; dar verdadero protagonismo a los técnicos y eliminar intermediarios que no generan ni añaden valor".

Becerra cree que lo más urgente es el endeudamiento. Para salir lo antes posible de esta situación habría que empezar "por la deuda y la Renta Básica", para comenzar a igualar un mundo que cada vez está más distanciado entre acreedores y deudores.