Un nuevo "demonio" amenaza al oligopolio eléctrico, el autoconsumo en los hogares. Según un informe, ocho de cada diez compañías teme que el desarrollo de la generación distribuida, que permite a las familias olvidarse del recibo de la luz, impacte en la mismísima línea de flotación de sus negocios tradicionales.

¿Se imaginan un hogar que no tenga que pagar recibo a su compañía eléctrica, un hogar independiente que se autoproduzca su propia luz con placas solares y que sólo 'tire' del sistema cuando necesite electricidad y vierta la sobrante? Con este sistema de generación distribuida, llevado al extremo, el papel de las empresas tradicionales podría quedar relegado a algo casi testimonial. 

No hay que ponerse nerviosos, que esto no va a ocurrir, pero los directivos de las compañías eléctricas sí que parecen estar preocupados por ese futuro incierto que se les avecina, al menos en aquellos países en los que el autoconsumo se va a desarrollar gracias a una legislación favorable. Según un informe de la consultora Black&Veatch sobre el sector eléctrico, ocho de cada diez directivos de compañías tradicionales ve en el fenómeno de la generación distribuida mediante producción fotovoltaica una seria amenaza para su futuro.

 

El temor es más agudizado en aquellos países, como EEUU, en los que los gobiernos son más proclives a las energías renovables y, en particular, al autoconsumo

Los directivos de estas compañías temen, según el estudio, que la popularización del autoconsumo, sobre todo en zonas urbanas, provoque, en el medio plazo, la desbandada de clientes, esos a los que mes tras mes les cobran religiosamente el recibo de la luz, lo que genera buena parte de sus ingresos recurrentes, esos que nunca fallan. El estudio se centra en EEUU, pero analiza otros muchos países. Casi la mitad de los directivos consultados considera que éste es el mayor desafío al que se enfrentarán en los próximos años. Algunos de ellos reconocen que sus compañías están diseñando planes para tratar de combatir el fenómeno fidelizando más a sus clientes conociendo sus patrones de consumo y ofreciéndoles diseños a la carta con importantes descuentos.

En el caso español, este temor al desarrollo del autoconsumo se canaliza por la vía de la influencia de las compañías en el Gobierno de turno. De hecho, las cinco grandes (Gas Natural Fenosa, Iberdrola, Endesa, EDP y E.ON) no quieren ni oír hablar del fenómeno que tanto éxito está consiguiendo en otros países europeos y el Ministerio de Industria y Energía se ha mostrado permeable a sus intereses. El Real Decreto de Autoconsumo que el ministro José Manuel Soria quiere llevar al Consejo de Ministros en septiembre establece tantas barreras de entrada, tantos costes y tantas penalizaciones a los autoproductores que hace casi inviable montar una instalación de autoconsumo en viviendas, empresas e instituciones.

En España, el Gobierno se ha mostrado inflexible y prepara un Real Decreto que 'mata' al autoconsumo justo en sus inicios

El sector renovable, un amplio grupo de movimientos ciudadanos, organizaciones sociales y ecologistas, organismos, universidades, la CNMC, la Comisión Europea y todos los partidos del arco parlamentario, excepto el PP, han pedido al Gobierno que suavice el borrador de RD y permita el desarrollo del autoconsumo en España, no sólo como un sistema de abaratar la luz sino también como instrumento para combatir el cambio climático mediante energías limpias. Según ha adelantado El Periódico de la Energía, las grandes eléctricas de EEUU tiene previsto invertir hasta 60.000 millones de dólares hasta 2017 para modernizar las redes de distribución con vistas a que éstas puedan asumir la generación distribuida que traerá la autoproducción eléctrica.