El acto de ser agradecidos merece más atención de la que sólo prestamos de manera ocasional cuando recibimos un regalo o una situación determinada. Incluso en momentos difíciles, la mayoría de nosotros todavía tenemos algo o alguien en nuestras vidas a quien apreciar y sentir gratitud.

 

Es fácil subestimar la gratitud, pero las investigaciones sobre esta materia, muestran que las personas que desarrollan la gratitud plena de manera consciente en sus vidas ,son más propensas a ser productivas, optimistas, generosas y compasivas y por tanto a lograr todo aquello que anhelan.

 

 

Todo lo que manifestamos en nuestras vidas, comienza necesariamente con la intención y posteriormente con la acción correspondiente.Respecto a los beneficios de aplicar la intención a la gratitud plena, se han explorado en diversas experimentos; Por ejemplo pidiendo a los participantes que pensaran en una persona en la que se sintieran especialmente agradecidos, para escribirle y entregarle una carta de agradecimiento o para mantener un diario de gratitud donde expresar cada día, al menos tres aspectos por los que sentir gratitud. En todos estos estudios, los participantes demostraron un aumento de la felicidad y el nivel de plenitud con el paso del tiempo.

 

 

 

Lo que en la práctica suele ocurrir tanto en el agradecimiento como en la intención, es que son difíciles de valorar y por tanto de recordar a diario su poder. Por ejemplo, sin intención, no podríamos levantarnos de la cama, trabajar, comer o llamar a un amigo. Lo que manifestamos con la acción comienza siempre con la intención, por lo que cultivar la gratitud a través de la intención y la acción(en este caso conducta), se parece más a desarrollar un músculo , en este caso el músculo de la gratitud. Y no hay mejor manera para desarrollar la gratitud plena que a través de la meditación , lo que puede llegar a ser especialmente gratificante.

 

¿Cómo se pueden combinar ambos aspectos?

b2ap3_thumbnail_gratitud-plena-2.jpgEl inicio de la meditación mediante el establecimiento de una intención de gratitud, se realiza mediante el uso de auto-afirmaciones del estilo a “Me siento plenamente agradecido por ..." o “Estoy agradecido a ...", siendo estas mismas afirmaciones una buena manera de comenzar. Asegúrate de que puedes visualizar la intención claramente en tu mente y de que genera una emoción positiva de gratitud en tu interior. Si no es así, vuelve a visualizar la intención, utilizando en la medida de lo posible la imaginación, hasta que se convierta en una intención clara que resuena en tu interior. Luego realiza unas cuantas respiraciones para poder centrarte en las cosas, personas o situaciones de las que estás plenamente agradecido.

 

Una vez que comiences a vibrar interiormente con esta gratitud en tu conciencia, esta  germinará a lo largo del día. Y si eres capaz de centrarte en la misma intención de sentir gratitud plena con frecuencia, puede llegar a convertirse en un hábito que guía toda tu conducta. Imagínate si todos fuéramos capaces de vivir en un mundo guiados por la intención, la emoción y la conducta de la gratitud plena, sintiendo la felicidad constantemente en nuestro interior.

Artículo de Javier Carbonell