Por Sonia Felipe Larios

El norteamericano Seth Godingurú del márketing y autor de varios superventas sobre márketing y empresas, publicó en 2006 un libro titulado "Small is the new big". Godin vislumbraba el potencial de las pequeñas y medianas organizaciones para transformar las cosas, frente al modelo de las grandes corporaciones, inmovilista y "aburrido".

El mundo postmoderno ha multiplicado el número de agentes sociales y ha relevado de su atalaya a las grandes empresas y las instituciones tradicionales, alumbrando así un nuevo modelo de actor global: la sociedad civil. La desconfianza hacia nuestros políticos y nuestras instituciones va acompañada denuevas formas de colaboraciónmás locales pero, a su vez, de inspiración y enfoque globales, gracias al impulso de las nuevas tecnologías y las redes sociales.

Es como si nos hubiéramos caído en un cómodo estado de sueño y nos hubieran zarandeado para despertarnos. La falta de una respuesta eficaz por parte de las instituciones políticas o de las grandes empresas ante los retos de nuestro tiempo nos ha hecho abrir los ojos y tomar en nuestras manos, por fin, el poder de cambiar las cosas.

 Cada vez somos más conscientes del impacto que nuestras acciones tienen en el mundo, no sólo por parte de pequeñas empresas, organizaciones sociales o movimientos ciudadanos más o menos formales, sino a través de nuestros propios actos cotidianoslos pequeños gestos. Desde replantearnos por qué, dónde y cómo compramos, eligiendo alimentos de proximidad y ecológicos, hasta participando en iniciativas de consumo localescolaborando con ONG o contratando a proveedores de energía verde. También hay muchos emprendedores que optan por impulsar empresas sostenibles, a su vez financiadas por una red de bancos con valores. Vivimos en una época en que cada uno de nosotros podemos hacer algo para cambiar la economía y la sociedad, y orientarlas hacia un modelo más sostenible, humano e innovador.

 Como señalaba Gisela Genebat, responsable de relaciones con donantes, empresas y fundaciones de Intermón Oxfam, en un reportaje sobre consumo responsable: "Cuando compras productos de comercio justo, o alimentos de cultivo ecológico, cuando utilizas el transporte público o la bici, cuando usas bombillas de bajo consumo, cuando apuestas por empresas responsables o decides invertir tu dinero en la banca ética, estás actuando como un consumidor responsable y, por ende, como un ciudadano responsable.

Si el cambio está en nuestras manos, ¿por qué demorarlo más? Junto al boca-boca de toda la vida han ido surgiendo plataformas informativas que nos ayudan a encontrar la información necesaria para decidirnos a contratar electricidad verdeconsumir productos ecológicos o cambiar de banco. Puede ser el empujoncito que muchos necesitábamos.

Otra iniciativa interesante son los movimientos de transición, presentes en más de una treintena de países y formados por grupos de personas que buscan una forma de vida más ecológica y sencilla. No hace falta abandonarlo todo y echarse al monte sino que se parte de pequeñas iniciativas grupales como el cultivo de un huerto urbano, la organización de mercados de intercambio o laproducción de energía a pequeña escala.

El cambio no es fácil pero hoy más que nunca tenemos la posibilidad de que nuestras pequeñas acciones tengan un impacto globalDe hacer que lo pequeño sea el nuevo grande. El acceso a esta información, unido al poder de las redes sociales y las nuevas iniciativas de colaboración ciudadanapueden mover montañas. Eso si añadimos el ingrediente estrella: el compromiso. Como le gusta decir a Joan Antoni Melé, autor del libro y el blogDinero y conciencia"Todo aquello que parece imposible, cuando nos comprometemos, se convierte en posible.

 Fuente: http://blogs.elpais.com/alterconsumismo/2013/06/small-the-new-big.html