Para evitar la disrupción, la empresas deben adoptar la cadena de valor de la economía colaborativa, concluye un estudio de Altimeter Group. El estudio, presentado hoy a la conferéncia tecnológica LeWeb por parte de Jeremiah Owyang, da una visión general del mercado centrandose de manera concisa en 200 startups de la “sharing economy”. 

La Economía Colaborativa está cambiando nuestros productos, servicios y relaciones de mercado, señala la investigación de Altimeter en un informe de 20 páginas publicado el 4 de junio. Su estudio, que se basa en una combinación de entrevistas con 35 startups, inversores, marcas, líderes de pensamiento y en un análisis de las tendencias del sector en base a datos de 200 startups de la “sharing economy”, examina el impacto de la Economía Colaborativa en relación a las empresas y corporaciones a la vez que da una visión general de las industrias que están siendo perturbadas.

 

Ya hay otras investigaciones en este tema, como el report “A Synthetic Overview of the Collaborative Economy” de Michel Bauwens así como estudios de la propia industria como este estudio de Airbnb acerca de su impacto en San Francisco. Es importante destacar que el término “Economía Colaborativa” tal y como se usa en este estudio no coincide con nuestra definción del término. Altimeter lo usa como sinónimo de la “Sharing Economy” or Consumo Colaborativo, e incluye plataformas de crowdsourcing y co-creation, nosotros definimos Economía Colaborativa como un fenómeno más amplio que no se limita a nuevos modelos de propiedad y acceso, pero también nuevas formas de producción y finanzas en base a las dinámicas peer-to-peer.

A pesar de que habría sido interesante que este informe entrara más en profundidad en algunos puntos y que se incluyeran más ejemplos internacionales, lo cierto es que da una buena visión general de la “sharing economy” hasta el momento. Algunos de los puntos destacados:

La era de la Economía Colaborativa: empoderando a los clientes

Según las conclusiones de Alimeter, la tecnología ha dado lugar a tres épocas: la era de la experiencia de marca, la era de la experiencia del cliente y la era de la economía colaborativa. Esto se refiere a cómo en un principio, Internet ha cambiado la disponibilidad de información de unos pocos a muchos, entonces, las redes sociales permitieron a muchos a compartir y crear información, y ahora, la economía colaborativa está permitiendo a muchos a participar en transacciones reales, sin que las empresas estén involucradas en absoluto.

 Las empresas que han llegado a dominar las componentes sociales ahora tienen que dominar la economía colaborativa. 

La “desintermediación” de los negocios de los clientes, o, en otras palabras, la eliminación de los intermediarios en muchas transacciones, está dando lugar a un cambio de poder de las empresas a los clientes. Dado que este cambio afectará cada vez a la línea de flotación de las empresas tradicionales, las empresas deben prepararse para este cambio.

Lo que está impulsando y oponiendose a la Sharing Economy

De manera idéntica a los impulsores de el consumo colaborativo que fueron definidos por la pionera del concepto Rachel Botsman, Altimeter organiza los impulsores de la sharing economy en tres grupos: factores sociales, económicos y tecnológicos. Como parte del primer grupo se habla de factores como el aumento de la densidad de población, algo que ellos llaman “el altruismo generacional”, y un interés creciente por la sostenibilidad y por un deseo de comunidad. Desde una perspectiva económica, la llegada de financiación mediante capital riesgo ha jugado un papel importante (la plataforma de compartir trayectos en tiempo real Lyft recibió recientemente 60 millones de dólares ), mientras que en el lado de la tecnología de los nuevos sistemas de pago y los dispositivos móviles están acelerando el crecimiento de estos modelos de negocio.

Fuente: “THE COLLABORATIVE ECONOMY,” ALTIMETER GROUP (4 de junio 2013)

Impulsada por, entre otros, por estos factores, innumerables industrias, y de manera destacada las industrias de la hostelería y el transporte (cuando los activos compartidos son muy caros), están siendo afectadas por los mercados peer-to-peer.

Sin embargo, la disrupción nunca viene sin oposición. Muchos de estos nuevos modelos de negocio abren grietas en los temas legales, y son vistos con ojos irritados por los funcionarios del gobierno (para aprender más sobre este tema leed el resumen del Public Policy Jam en OuiShare Fest). La semana pasada, por ejemplo, el mercado de alquiler de habitaciones Airbnb fue declarada ilegal en la ciudad de Nueva York. No sólo los gobiernos temen que la economía colaborativa debido a los problemas legal que puedan generar,

 los operadores tradicionales ven el compartir como una amenaza a sus modelos de negocio actuales. 

 

La falta de confianza entre las personas, así como la falta de herramientas estándar del sector para la gestión y el intercambio de los datos de reputación online son otro obstáculo al que se enfrentan muchos mercados peer-to-peer.

¿Y qué implica esto para empresas y corporaciones?

Al final de su presentación en LeWeb, Jeremiah Owyang hizo una llamada a la acción a las empresas para adoptar la cadena de valor de la economía colaborativa, “let go” (dejar ir), y reconocer que las relaciones entre los clientes y las empresas están cambiando radicalmente. Jeremiah propone tres modelos de cómo las empresas pueden repensar sus modelos de negocio en la era de la economía colaborativa:

En última instancia, las empresas tendrán que unirse a la Economía Colaborativa porque sus clientes ya están allí.