El número de clientes de la banca ética se duplicó el año pasado hasta superar los 100.000 usuarios, según los datos del Barómetro de las Finanzas Éticas, que elabora la organización Financiación Ética y Solidaria (FETS), que destaca que el volumen de depósitos gestionados por estas entidades aumentó casi un 60%. La morosidad es una tercera parte de la existente en la banca tradicional.

El volumen de ahorro que gestionaba la banca ética a finales del año pasado rondaba los 915 millones de euros, un 59% más respecto a los 575 millones de 2011, mientras que los préstamos concedidos por estas entidades (encabezadas por Triodos Bank, Fiare, Coop 57 y Oikocredit) crecieron un 20%. Paralelamente, su tasa de morosidad se situaba en el 3,3% en 2012 que, aunque por encima de la cifra de 2011 (cerca del 2%), es una tercera parte de la cifra de la banca tradicional (10,5%).

La banca ética busca el beneficio social y apoya proyectos que conlleven mejoras en el terreno ambiental, cultural y de respeto de los derechos humanos. Según Xavi Teis, economista del FETS, los ciudadanos se aseguran “que su dinero revierte en ámbitos sociales” y recordó que este sector no concede créditos personales ni de consumo, facilitando préstamos a organizaciones y proyectos sin ánimo de lucro.