En esta vida todos estamos jugando dos juegos - un juego interior de las causas mentales y otro exterior recubierto de afectos físicos. El juego interior está formado por los pensamientos, sentimientos y emociones que tenemos, nuestros valores, actitudes y creencias. El juego exterior es el efecto de los pensamientos, sentimientos y emociones. Es el trabajo que hacemos (la conducta), las acciones que tomamos y la manera en que nos presentamos al mundo. El juego exterior de nuestros resultados y nuestra manifestación física, es el juego que mostramos al mundo, pero el juego interior es la faceta más importante de nuestro éxito en la vida, porque determina que pasa en el exterior.

Las personas que tienen éxito en esta vida y alcanza un rendimiento personal óptimo son las que saben que pueden y actúan «como si» ya tuvieran éxito. Echa un vistazo a tu atleta favorito. Los que ganan el juego son los que tienen esa creencia inquebrantable de que van a ganar. Llámalo confianza o arrogancia, pero todos estos atletas comparten una actitud ganadora. Ellos mantienen su juego en el interior, practican con regularidad y se dan cuenta que estas actitudes externas salen a flote reflejadas en la realidad, a pesar de que algunas acciones son “inconscientes”.

Cuando haces tu trabajo con gran confianza, unas creencias inquebrantables y determinación robusta para  realizar la tarea, eso es exactamente lo que pasa. Que tienes éxito.

Cuando dices y piensas tal como quieres las cosas, ¡lo consigues de esa misma forma!

Cuando haces tu trabajo con dudas, preocupaciones e incertidumbre, es exactamente lo que creas: dudas, preocupaciones, e incertidumbre, no éxito. Si vas a crear el éxito personal que añoras en primer lugar debes prestar atención a tu juego interior, a tu fortaleza mental. Debes alinear tus valores y creencias con tus pensamientos. Esto va a crear una confianza imparable, unas creencias inquebrantables y una sólida determinación que te dará el éxito.

Entonces, ¿cómo haces para ganar en el juego interior? Necesitas saber más sobre el éxito. El éxito deja pistas.

Todo lo que tienes que hacer es aprender el modelo. Aprende todo lo que puedas acerca de tu nivel de disciplina. Encuentra a alguien que tenga éxito en lo que quieres hacer y lee todo acerca de cómo lo hicieron. ADVERTENCIA: Muchas personas cometen el error de seguir su modelo a pies juntillas. En muchos casos esto puede conducir a la destrucción. Sólo aprende el modelo de los comportamientos y los hábitos que te servirán de apoyo en tus metas y sueños.

Además de fijarte en modelos, investiga por su cuenta. Conoce todos los entresijos de tu juego para lograr tener confianza. Tienes que ponerte metas. Tener una meta por la que luchar te mantiene a flote cuando los tiempos no son buenos. Necesitarás desarrollar fortaleza mental manteniendo tus pensamientos y creencias en armonía con tus metas.

Otro método son las afirmaciones. Solo te ayudarán si pones emoción y sentimiento cada vez que las dices. Las repeticiones son necesarias. No puedes decirlas una vez o dos y esperar que se afiancen en tu subcosnciente. UN a buena afirmación debe ser dicha una y otra vez, y otra vez porque después de todo una afirmación siempre te hace sentir bien, no?

Evita ir a la deriva. Llamo a esta práctica cuando debido a la mala gestión emocional, no somos consecuentes con nuestros actos –la forma de actuar- y nuestros objetivos –las metas que nos hemos puesto-; de hecho nuestros actos interfieren por completo con los objetivos fijados, normalmente como resultado de las conversaciones que llevamos a cabo en el proceso de conseguir el objetivo.

Bien sea defendiendo una postura con tu mujer, con un cliente o con el párroco de la iglesia de enfrente, cuando oímos o vemos actitudes que tocan de lleno alguno de nuestros valores, es decir de alguna manera nos sentimos estafados (honestidad o generosidad), heridos (poder y respecto), abusados (integridad, autoridad personal), etc por la persona que tenemos anfrente y NO somos capaces de reconducir la situación, damos rienda suelta a nuestras emociones olvidando la meta que nos situó frente a la persona que nos acaba de agredir.  Posiblemente no nos falte razón de sentirnos aludidos, sin embargo olvidar el objetivo y salir de la conversación sin tener nada, no es lo recomendable porque en ese momento vamos a la deriva. Es decir, por un lado nos sentimos ofendidos por lo que acabamos de vivir y por otro defraudados con nosotros mismos al no haber sido capaces de cumplir el objetivo impuesto.  Estamos en peor situación que antes de iniciar el método de lograr nuestra meta.

Una manera poderosa para desarrollar tu fuerza mental es el moverte CONSTANTEMENTE fuera de tu zona de confort. Todos tenemos zonas de confort para cada área de nuestras vidas, es decir, relaciones, negocios, gimnasio. Comience con un área que es fácil para ti, por ejemplo las relaciones. Haz un hábito que tengas que cumplir el conocer a una persona nueva cada día. No tiene que convertirse en tu mejor amigo, simplemente se trata de conocer a alguien nuevo cada día. A continuación, observa los resultados: verás como muchas veces tu vida se ve colmada de acontecimientos y puertas que antes no sabías ni que existían y ahora con esta sencilla práctica te abres al exterior y encuentras nuevas oportunidades. Ahora simplemente aplica esta fórmula de éxito a las otras áreas de tu vida.

Esta es tu vida …. Tu manifestación. Este es tu éxito personal, solamente tuyo. Tienes la responsabilidad de desarrollar tu fuerza mental. Este irá construyendo tu actitud interior y de ahí saldrá una persona nueva...