Empezó su práctica de yoga a los 19 años tras haber estado en un abismo de enfermedad y debilidad que más tarde vislumbraría como el vacío que contenía tesoros. A partir de ese momento se zambulló en la aventura de vivir a través de la brújula del yoga. Desde entonces no ha dejado de estudiar ni de practicar todos los yogas que se le acercan con curiosidad aunque su morada yóguica está en kundalini yoga. Fundadora y coordinadora de la mítica escuela Gobinde Yoga, en Ruzafa, es formadora de profesores de Kundalini Yoga de la Asociación Internacional de Yoga Prem. Escapista del dogma considera que hay que atreverse a descubrir falsedades con la alegría de poder salir de la mentira y despertar el ingenio para cambiar de verdad y no repetir lo mismo con distinto traje.
Gobinde Yoga es un proyecto que nació no solo de una búsqueda personal sino que tras darse varias veces con un “no”, ”no se puede”, “así no” y otros noes el estilo se sintió impulsada a hallar la manera de hacer posible algunas de esas inquietudes comunes que merecían una oportunidad. Desde que Gobinde comenzó ya han pasado casi siete años, diferentes etapas y muchísima gente por su puerta. El proyecto tiene un mirar hacia la integridad en lo que se ofrece y por eso en numerosas ocasiones se acepta el riesgo a no hacer eso que esta de moda y da buen dinero por cursos menos multitudinarios que acompañen verdaderamente en el enriquecimiento de aquellos que deciden aprender a descubrir de su mano. Aceptar el riesgo que supone la integridad, en realidad, es un riesgo que no muestra el mismo sabor que el que se nombra normalmente puesto que tiene el sabor dulce de una buena crema de calabaza, es decir, de sencilla naturalidad y preservación de lo más sano. Coordinar y dirigir un proyecto de este estilo es lo mismo que cuando al realizar un ejercicio se respeta la integridad cuerpo-mente-espíritu y no se sacrifica por alcanzar ningún objetivo, por esta razón cada decisión se posa en la claridad del momento vivido.
Gobinde como escuela exclusivamente dedicada a la enseñanza de yoga y meditación actualmente está ofreciendo 9 clases semanales gratuitas por las que se pide un donativo voluntario para ayudar en gastos, 7 son de sadhana (práctica matutina con ejercicios, relajación y meditación) para los cuales no se especifica ningún donativo y 2 únicamente de meditación para las cuales se orienta con un donativo de 3 € no controlado. Al resto de las numerosas clases que se ofrecen se puede acceder tanto con el pago por clases sueltas como por la elección de dos cuotas, una corresponde a una clase a la semana y otra por tener la libertad de tomar las que se quiera para fomentar la práctica diaria. Tanto las clases a donativo como está última cuota suponen de nuevo un riesgo dulce para la escuela pero su continuidad es la razón del quehacer de la misma y se considera la alegría de la casa. Como la gestión de un buen hogar lo que llega por una parte se pone a atender al resto y el circuito está siempre atendido y en marcha.
Es evidente que en Gobinde Yoga puedes encontrar también posibilidades de intercambio a todos los niveles y que los lazos que allí se dan son para el impulso de muchos. Gobinde se soñó como una escuela dónde muchos profesores pudieran enseñar visiones diferentes de la práctica yóguica, entendida también como arte de vivir, dónde hubiera alegría, calidez y ternura, dónde cada cual pudiera encontrar un espacio para la comprensión de la bien amada soledad y brotara el entusiasmo por la relación humana con corazón, este sueño sigue su curso con gracia. De Gobinde, además, han surgido numerosos profesores de yoga que ahora realizan esta misma labor por lo que está comunidad siguen creciendo con gusto.
Tal vez no hace falta pensar en abrir un camino nuevo o en salirse de los caminos trazados…
Sólo ponte a caminar con la dirección de tu corazón y tus pasos pueden sorprenderte.
Nos encuentras en www.gobinde.com
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